📚¿Autoayuda o autoengaño?
- Heidi Elen Mesa Monsalve

- 22 sept
- 2 Min. de lectura

Vivimos en una época donde pareciera que nunca hay suficientes libros o seminarios de moda que prometen cambiar nuestra vida para siempre 📚✨. La autoayuda se ha vuelto una adicción: millones de títulos, talleres y hasta sectas que ofrecen “la fórmula definitiva” para ser felices. Y, sin embargo, mientras estamos sobreanalizando, haciendo terapias interminables o buscando culpables en la infancia, la vida real sucede allá afuera. Los amigos, la familia, la naturaleza, el trabajo cotidiano… eso también es crecimiento, y a veces lo olvidamos.
¿Qué mejor terapia que compartir un café con una amiga ☕, salir a bailar con amigos o tener un espacio íntimo con alguien a quien amamos ❤️? ¿Qué mejor terapia que reír en familia, jugar un juego de mesa, admirar la belleza de los árboles 🌳 o escuchar a los pájaros? También lo es hacer deporte de manera saludable, ayudar a otro, decir una palabra amable y practicar la flexibilidad y el amor por nuestro planeta. Al final, la vida misma ofrece experiencias que transforman más que mil manuales de autoayuda. No obstante, estamos subestimando el poder de la cotidianidad y de lo aparentemente trivial, y al hacerlo terminamos perdiendo de vista lo que realmente importa.
La terapia y la psicología, con seguridad, son brújulas valiosas 🧭, pero el verdadero viaje solo se recorre en la vida diaria. Ningún libro ni gurú puede sustituir la experiencia de equivocarse, reconciliarse, volver a intentar o descubrir lo que nos sostiene en medio de la adversidad. La adicción a la autoayuda nos vende la idea de que siempre falta algo, que nunca estamos completos, que necesitamos un manual nuevo para ser felices. Y lo cierto es que no necesitamos más fórmulas milagrosas, sino presencia. Necesitamos vínculos reales, conversaciones honestas, abrazos sinceros 🤗, proyectos colectivos y decisiones valientes.
Porque, al final, crecer no consiste en seguir al pie de la letra un programa de 7 pasos, sino en aprender a caminar con nuestras propias contradicciones. La vida no se transforma repitiendo lo que otros escribieron, sino atreviéndonos a escribir nuestra propia historia con dignidad y coraje. 🌱✨ Heidi Elen



Stella Mesa