✨ A los bellos también les da melancolía
- Heidi Elen Mesa Monsalve

- 18 may
- 2 Min. de lectura

Hace poco terminé de leer La melancolía de los feos de Mario Mendoza. En realidad, no fue solo una lectura: fue una sacudida. En nuestro club de biblioterapia, el libro abrió conversaciones profundas, difíciles de sostener: sobre el cuerpo, el rechazo y el dolor silencioso de no encajar. 💬
Desde el título, el autor incomoda. Nos confronta con un mundo donde lo físico es capital, y la belleza se ha convertido en moneda de valor social. Nos exige cuerpos perfectos, juventudes eternas, rostros sin arrugas, sonrisas sin grietas. Es una estética de vitrina que no deja espacio para la fragilidad, para la diferencia, para la humanidad real. 🪞
Pero lo más devastador no es solo ese mandato absurdo, sino la constatación de que la melancolía no distingue apariencias. El dolor también se aloja en los bellos. El sufrimiento no pide permiso, ni se detiene ante el privilegio. En las páginas del libro descubrimos que tanto quienes han sido aplaudidos como quienes han sido burlados comparten la misma sombra: una tristeza honda, existencial, que no grita, pero permanece. Que habita en silencio, justo donde nadie la ve. 🖤
Y entonces aparece la pregunta que incomoda, la que no siempre queremos responder: ¿qué hacemos con esa sombra? Algunos deciden mirarla de frente y, con el tiempo, convertirla en lenguaje, en arte, en semilla. Otros prefieren usarla como escudo, como excusa, como refugio eterno en el dolor. Se aferran a la herida, no para sanarla, sino para justificarse en ella. Porque lo fácil es quedarse ahí, detenidos. Lo difícil es asumir la responsabilidad de lo que duele… y decidir no seguir repitiéndolo. 🌱
Este libro no es solo una crítica al culto de la imagen. Es un espejo oscuro. Uno que nos obliga a ver aquello que preferimos ignorar: que la belleza no salva. Que un cuerpo admirado puede ser también un cuerpo herido. Que la apariencia no es escudo frente a la soledad, la angustia o la desesperanza. Y que el alma, cuando duele, no siempre grita —a veces apenas susurra. A veces se esconde detrás de una sonrisa impecable, de un cuerpo en forma, de una vida que desde afuera parece entera… pero por dentro, se desmorona en silencio. 💔
Y quizá vivir sea, en el fondo, aprender a habitar la grieta. Comprender que no existen vidas sin fracturas, ni caminos sin sombra. Que la plenitud no es un estado constante, y que la alegría permanente no es más que una utopía. 🌙
Aun así, en medio del cansancio, de la pérdida, del desencanto… existe la dignidad de seguir eligiendo. Elegir estar. Elegir amar sin miedo. Elegir cuidar lo frágil, incluso cuando duele. Seguir de pie, aunque las fuerzas flaqueen. Sostener la ternura, aunque el amor haya dejado cicatrices. Caminar con luz, incluso cuando el alma se sienta herida. ✨
Porque a veces, la resiliencia no es florecer. Es simplemente vivir… sin desfallecer. 🌌



Great
Wow!!! lo ame. Que lindo articulo " existe la dignidad de seguir eligiendo. Elegir estar. Elegir amar sin miedo. Elegir cuidar lo frágil, incluso cuando duele. Seguir de pie, aunque las fuerzas flaqueen. Sostener la ternura, aunque el amor haya dejado cicatrices. Caminar con luz, incluso cuando el alma se sienta herida."
Me encanto! gracias!!!